EL DERECHO COMO CIENCIA SOCIAL
HOMENAJE AL ABOGADO DR ANIBAL AGUILAR PEÑARRIETA.
"El abogado no debe ser un
artesano del derecho, como simple transcriptor de normas, sino un verdadero
científico social"
Dr. Aníbal Aguilar Peñarrieta.
ver video https://www.youtube.com/watch?v=ycH6eXM97YE
Por
Aníbal Aguilar Gómez
octubre 2017
La
prematura partida del Dr. Aníbal Aguilar Peñarrieta en 1989 antes de cumplir 60
años, el abogado laboralista e internacionalista, defensor de los trabajadores
y autor de las leyes laborales de Bolivia y de varios países de América Latina,
dejó un vacío en el campo popular de los abogados comprometidos con las causas
justas y democráticas.
Nación
en Eucaliptus, punto estratégico entre Oruro y La Paz, en una familia de
emprendedores e innovadores, Los Abuelos impulsaron la minería en Inquisivi y
la más grande mina en Eucaliptus, la Abuela Flory impulso el primer Pontón en
el Desaguadero, mientras el Abuelo Carlos Ingeniero de Minas junto a su hermano
Aníbal desarrollaban la minería. Aníbal desde muy joven cuido de sus hermanos,
trabajo en las minas y se destacó por ser defensor de los pobres y los
trabajadores. Esto marcaría su vida para comprometerle con los olvidados de la
tierra boliviana.
Estudio
en Oruro y en Sucre, y luego ingreso a la carrera de derecho y ciencias
políticas en la UMSA de La Paz, después de su servicio militar en Viacha, formó
parte de la generación de luchadores en la avanzada universitaria y fue actor
del proceso de la Revolución de Abril en 1952, antes durante la fase
preparatoria del proceso, formo a líderes sindicales en Villa Victoria y en el
puente negro, preparando la más grande transformación que rompería el dominio
feudal de Bolivia.
Junto
a Mario Guzmán Galarza, y muchos valientes jóvenes tomaron la Universidad para
resistir la ofensiva oligárquica y junto a los mineros y trabajadores sellaron
la gesta heroica de abril 1952.
Motivado
por su amor a los trabajadores y los niños, se destacó junto al primer Ministro
Obrero, en la propuesta de leyes laborales, el día del Niño, de la seguridad
social, las colonias vacacionales para hijos de obreros en Yanacachi,
Taypichullo para la atención de niños abandonados y Hogares para mujeres jóvenes.
Fundo
dentro del su movimiento el Sector Socialista, y se destacó por la defensa de
la soberanía del país, así como por la propuesta de industrialización del país,
para generar empleo. Impulso el desarrollo de la ciudad de El Alto, a través de
los primeros barrios obreros.
Se
destacó como diputado en varios períodos en la defensa de la patria y los
trabajadores, así como sus propuestas para temas de vivienda, seguridad social,
trabajo y atención de los niños: el día del niño boliviano fue propuesto por el
junto a periodistas y actores sociales.
En
1964, ante el Golpe de Rene Barrientos, fiel a su convicción democrática
organizó a sus equipos del sector socialista, para defender lo que consideraba
su proceso revolucionario, se replegó para resistir a los Yungas, pero el
proceso había sido perforado por nuevas y viejas oligarquías, que
distorsionaron los afanes de cambio. Fue apresado y llevado a la Cárcel de San
Pedro, salvando de morir, por la acción heroica de mi madre y mis tíos.
Su
escape de la carceleta, fue épica, ya que con un puñado de valientes redujo a
los guardias y escapo a la nunciatura, de donde partió al exilio hasta 1976.
En
el exilio, se destacó como profesor Universitario en Derecho Laboral, en Lima
Perú y luego como Consejero Internacional de la Organización Internacional del
Trabajo OIT, impulsó las leyes sociales en Honduras, Panamá donde fue
condecorado por la Orden Blasco Núñez de Balboa en grado de Gran Cruz, En México
durante las jornadas de 1968 y la masacre de Tlatelolco, expecto azorado la
muerte de los estudiantes y construyó redes de solidaridad con Bolivia.
En
los años 1970s, después de trabajar en Costa Rica, Panamá, México, Honduras,
Salvador y otros países de centro américa y el Caribe, regreso a Lima para
ocupar un cargo importante en la OIT, organismo al cual renunció para volver a
Bolivia, después de una larga charla con el Dr. Hernán Siles Suazo,
establecieron una ruta y plan de retorno.
Volvió,
pero fue nuevamente apresado por las hordas de Banzer, a quien luego enjuiciar
por Traición a la patria, por el afán de entregar territorio boliviano a Chile.
Salió al Paraguay y nuevamente ingreso transformado en el Doctor Bordany,
asumiendo la identidad de un médico mexicano quien asistía a los trabajadores
campesinos de los Yungas.
Solidario
con los bolivianos en el exilio, amaba a su país y no soportaba las
injusticias, su vocación de docente le llevó posteriormente en otro exilio a la
Universidad Obrera de Cuernavaca, donde se destacó como docente en temas
laborales.
Resistió
al Golpe de García Meza en 1980, por lo cual volvió al exilio, después de
salvar su vida, en el Exilio se destacó por su solidaridad y trabajo de
docencia en Perú.
Junto
a su amigo Kos Koster, holandés y periodista, construyó y apoyó la resistencia democrática.
Recuperada
la democracia, volvió con la mayor humildad a reconstruir su actividad de
abogado, asesor de organizaciones, pedagogo de los trabajadores. Desde su
oficina en la casa de Miraflores apoyo todo proceso que fuera justo, recibía
como pago gallinas y productos.
Acompañado
de Mi madre Hortensia, eran un equipo admirable, su mayor joya era el
"testamento del Minero" el cual al leerlo se les llenaban los ojos de
lágrimas.
Salvamos
de Morir varias veces, tal vez la más temible cuando un abril de 1981, Luis
Arce Gómez y sus hordas atacaron la casa de la Calle Nicaragua en Miraflores,
antes se había escrito Muera Aguilar en el frontis de la casa de enfrente.
Enjuició
a Banzer por Traición a la patria pro el abrazo de Charaña y los afanes de
canje territorial, a Luis García Meza por todos los actos contra la patria,
siempre defendió las causas justas y correctas.
En
los años 80s, antes de fallecer prematuramente, denunció a la geopolítica de
Augusto Pinochet, en su tenebroso PLAN ALPACA.
Con
su amigo Luis Espinal se despidió en un micro, para luego asistir a su autopsia
y jurar llegar a los culpables.
Recuerdo
que, en el exilio agarrado de su mano, nos exhortaba " Tu columna nunca se
doble ante el poderoso, ante el humilde siempre se justo".
Cuentan
que, en la facultad de derecho, como Director de la Carrera y profesor hacia
jurar a sus alumnos que defenderían a la patria y sean honestos. Su famoso
libro de Introducción al derecho y la parábola del agua formó a muchas
generaciones de abogados.
Lástima
que esta talla de hombres de la justicia y del derecho se han apagado prematuramente,
su partida nos solo dejó a la familia y a su compañera de toda la vida
Hortensia Gómez, un gran vació, sino que, en su largo entierro en manos de
humildes trabajadores a su partida, la gente lloraba y decía " ahora quien
podrá defendernos".
Al
recordar el día del abogado boliviano, quiero exhortar a los que aún persisten
en los sueños de bien para el prójimo y para la patria, cuan urgente es que más
allá de formas se pueda construir de verdad una reforma en el campo de la
justicia y se retome la senda de los hombres y mujeres justos que como el Dr.
Aguilar junto a su compañera Rosa Hortensia, sembraron el camino de la
democracia.
Podríamos
citar:
ISAIAS
64
5
Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se
acordaban de ti en tus caminos (he aquí, tú te enojaste cuando pecamos), en
ellos hay perpetuidad, y seremos salvos.
6
Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como
trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades
nos llevaron como viento.
7
Y nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para asirse de ti; por lo
cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de
nuestras maldades.
8Ahora
pues, Jehová, tú eres nuestro Padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste;
así que obra de tus manos somos todos nosotros.
9
No te enojes sobremanera, oh Jehová, ni tengas perpetua memoria de la
iniquidad; he aquí mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.
10
Tus santas ciudades están desiertas, Sión es un desierto, Jerusalén una
soledad.
11
La casa de nuestro santuario y de nuestra gloria, en la cual te alabaron
nuestros padres, fue consumida por el fuego; y todas nuestras cosas preciosas
han sido destruidas.
12
¿Te estarás quieto, oh Jehová, sobre estas cosas? ¿Callarás, y nos afligirás
sobremanera?
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